jueves, 1 de septiembre de 2011

Es Grato recordar y mejor aun cuando se trata de nuestra Musica!!

Manhatthan, New York
Jueves 1ro. De Septiembre 2011

Caminando por Madison Square, especificamente entre la Broadway y 5ta Ave, frente al "Flatiron" Building, me encontre con mi amigo Francis "Moreno" Hallal, uno de los mejores Güireros de la epoca de los 80 y 90, y estando alli empezamos a hablar de esa epoca maravillosa, recordando con alegría un renacer de aquellos merengues románticos y jocosos, pero decentes, que caracterizaron ese período de nuestra música popular, que, siendo justos, no se limitó a los grandes exponentes del contagioso género, sino que también descollaron el baladistas criollos, como Olga (Otra Cosa) Lara, Vickiana (La Maidita), Taty Salas, Anahay, Jackeline Estévez, Saoni, Mery Mers, Ginette, Gina D’ Alessandro, Juan Arturo, Habbyd Yarull, Abby Lama, Corinne Oviedo, Alicia Baroni, Sonia Alfonso, Kenia Liranzo, Shiomara, Dhariana, Mers, Jhensen, Hansel, Justo Bello…


Esa oleada de calidad se incrementó con la irrupción de Fernando Echavarría y la Familia André y luego Juan Luis Guerra y 4-40, quienes rompieron barreras e impulsaron a niveles inimaginables el prestigio de la música popular dominicana. A todo eso debemos agregar el fenómeno popular que significó la Coco Band, con Pochy Familia y Kinito Méndez a la cabeza, quienes revolucionaron el denominado merengue de calle, aportando canciones jocosas y refraneras que sintonizaron con el público juvenil y con los niños.

Aunque con notables ausentes, entre tales Ravel, Henry Castro, Nicky Soul, Johnny Reyes, Peter Cruz, Tito Kenton, Franklyn Rivers, Irisneyda Santos, Elvis Clase, Silvio Sosa y otros, artistas que residen en los Estados Unidos, figuras como Fausto Rey, Sandy Reyes, Charlie (El León) Rodríguez, Aramis Camilo, Benny (Majao, Majao) Sadel, Carlos Manuel (El Zafiro) y Musiquito han dicho presente en varios escenarios de Santo Domingo, Santiago, La Romana y otras ciudades de nuestra querida Quisqueya.

A ellos se han sumado Ramón Orlando (El Hijo de la Mazurca) Valoy, Aníbal (El Comandante) Bravo, Ray (El Sinsonte) Polanco, Chucky Acosta, Dioni Fernández, Yuli (Rasputín) Mateo, Joan (El Perseguidor( Minaya, Alex (El Mayimbito) Bueno, Henry Hierro, Jerry (El Nazareno) Vargas, Angelito Villalona, Henry García, Roberto del Castillo, Vicente Pacheco,…

Otros que se destacaron en aquellos años fueron El Sindicato, Los Nietos, José Octavio, Richie Ricardo, Nelson Gil y La Artillería, Grupo Tambó, Altamira Banda Show, Magda Lake, Grupo Bongó, Los Gitanos, Ricky y Orison y su Grupo Voltaje, Nando Galán, Luis Ovalles, Monchy & Orq. Capricho…

Oportuno es señalar que, aunque con puntos de arrancada colocados en décadas anteriores, también tuvieron su cuota exitosa en los 80’s, Johnny Ventura, Wilfredo Vargas, Cuco Valoy, Félix del Rosario, Los Hijos del Rey, Cheché Abréu,. Luis Pérez, Jorge Taveras, Papa Molina, Bienvenido Bustamante, Antonio Cruz, Aníbal Bravo, Luisito Martí, Anthony Ríos y Cuso Cuevas con El Sonido Original…

Otros que radicaron en los Estados Unidos decidieron retornar a la patria para emprender el tortuoso camino al éxito, o más coloquialmente, vinieron a echar el pleito. Entre esos podemos citar al Jeffrey, Cherito y Benny Sadel. Cherito y Benny han estado en algunos de los conciertos de los siempre bienvenidos merengueros de los 80’s.

A pesar de quedar rezagados allí Omar Demosiri, Yuli Heredia. Luis Almonte.. desde Puerto Rico regresaron Sergio Hernández, Chucky Acosta, Raldy Vásquez y Bonny Cepeda. El maestro Cepeda hizo un intento por volver a retomar el carril de la pegada musical, incluso reclutó a Carlos David para fortalecer el frente de su orquesta, liderado por su hermano Richie, pero desdichadamente esta vez no se pudo, aunque llegó precedido de un merengue nuevo, y decidió volver a la Isla del Encanto. Los demás se mantienen realizando presentaciones con notable frecuencia, lo que significa estabilidad.

Koky Acosta regresó de España, nos vimos durante la pasada edición del especial de Jatnna Tavárez ¡Que Viva El Merengue! y entiendo que vino para quedarse entre nosotros.

Llegue un sentido homenaje para los cantantes que ya no están: Jochy Hernández, Nelson Roig, Tony Seval, Juanchy Vásquez (El Galeno), Aneudy Díaz, El Gran Comprés… los músicos del calibre de Angel Miro Andujar (Catarey), Bertico Sosa, Nilvio Rodríguez, Jamel Tejada, Kilvio Fernández, el gran músico e ingeniero de sonido Yuli Ruiz, los compositores Raffy Rosa y Giovanny Jiménez, al promotor Sergio Jiménez y el empresario Papy Lafontaine… porque todos ellos también tuvieron un rol protagónico, aún fuese en bajo perfil.

Debemos un gran aplauso de agradecimiento por todo lo que aportaron para mejorar la calidad del merengue a los admirados músicos Manuel Tejada, Juan Valdez, Crispín Fernández, Joe Nicolás, Dioni Fernández, Jaime Querol, Joan Minaya, Roberto Olea, Fermín Cruz, Leo Pimentel, Nelson Pimentel, Norberto (Zero) Pimentel, He Pepo Pimentel, Héctor (Cabeza) de León, Sergio Sánchez, Pedrín García, Eduardo Ramos, Mayi Padrón, Jankarlos Núñez, Nelson Eddy, Diosnedys (Papirilo) Núñez, Kaky Ruiz, Rafael (Papo) Cadena, Joan Minaya, Marcos Valoy, Miguelo Cruz, Juan Colón, Armando Beltré, Choco de León, Richard Brador, Luis (Rebuca) Delgadillo, Francisco (Bolilo) Martínez, José Lucía, Johnny (Chocolate) de la Cruz, Rafael (Yapo) de la Cruz y Franklyn (Pa’ Goza’) Guzmán.

El mismo reconocimiento lo adeudamos a Freddy Valdez, Rubén (Pabín) Toribio, Johnny Tulanga, Monchy Fernández, Sandy Jorge, Yindo Jiménez, Luisín del Rosario, Andrés de Jesús, Marcos Carreras, Sonny Ovalles, Janina Rosado, Leiny Guerrero, Wilfredo Drullard, Armando Olivero, César Betances, Reynaldo Sánchez, Yuli Pie, Manuel Isidro (Chilo) de la Cruz, Okil (Fito) Medrano, La Güira, Canon Vilomar…

También debemos un gran aplauso de reconocimiento Miriam Cruz y Las Chican, Belkys Concepción, Rubby Pérez, Pablo Martínez, Eddy Herrera, Felipe Jorge, Jacinto Gantier, Tommy Poloni, Charlie Espinal, Kaky Vargas, Johnny Vargas, San José, Alexis Duval, Reynold Sosa… Especial mención merecen técnicos de grabación como Salvador Morales, Kiko Caba, Félix Veloz, Humberto Raposo, Marcos Féliz, Eric Taveras, Bolívar Gómez y Fausto Parra, así como productores y disqueros de la talla de Bienvenido Rodríguez, Rafael (Cholo) Brenes, Radhy Miranda, Andrés de Jesús…

No me perdonaría dejar de reconocer los aportes de Rubby Pérez, Pablo Martínez, Eddy Herrera, Charlie Espinal, Kaky Vargas, Johnny Vargas, Victor Waill, Henry García, Robert Jeandor, Ringo Martínez, Palmer Hernández, Rento Arias, Luis Díaz, Miguel Rey, Jaime Shanlatte, Yaqui Núñez del Risco, Ariella, Huchi Lora, , Nando Galán, Feny Ortiz, Miguel Miguel, Diómedes Núñez, Melvin Rafael, Confesor Rosario…

Héroes un tanto anónimos como los musicalígrafos Eugenio Vanderhorst, Elio Cabrera, Hoelmi Mussa, Fabio (Chachá) de la Cruz., locutores como Ross Peña, Reyis Lora, Luis Zapata Sánchez, Alexis Rubio, Rubén Camilo, Rubén Darío Aponte, José Rafael Rosario, J.J. Hernández, Felito Brens y varios más, lo mismo que periodistas que siempre apoyaron a los merengueros, como José Francisco Arias, José Tejada Gómez, Jorge Jiménez, Joseph Cáceres, Augusto Socías, Ernán Santana, Carlos T. Martínez, Cristhian Jiménez, Feliz Vinicio Lora, Carlos Batista Matos, Zoila Puello, Reyes Guzmán, Miguel Angel Herrera, Pablo Jerez (epd),…

No se debe obviar a los radiodifusores, empresarios artísticos y productores de programas de TV, como Augusto Guerrero, Freddy Beras Goico, Yaqui Núñez del Risco, José Guillermo Sued, Rafael Corporán de los Santos, Negro Santos, Gabriel Grullón, Machacho González, Cuqui Medrano (epd), José A. Tejeda, Luis Medrano…En fin, fueron muchos los que aportaron para el auge del merengue en aquella prodigiosa década, demostrando una vez más que la unión hace la fuerza.

Aunque una voluminosa cantidad de merengues fueron adaptaciones de ritmos foráneos, muchas canciones dominicanas enriquecieron el género y entre los protagonistas podemos citar canciones de Ramón Orlando, Juan Luis Guerra, Marcos Carreras, Luis Díaz, Rento Arias, Ray Polanco, Bonny Cepeda, Cuco Valoy, Luis Kalaff, Miguel Rey, Johnny Ventura, Henry García, Huchi Lora, Melvin Rafael, Pedro María. Confesor Rosario y los ya fallecidos Tony Seval, Jaime Shanlatte, Ramoncito Díaz y Raffy Rosa, entre otros.

Es de justicia resaltar el trabajo realizado por el panameño Gene Chambers y el puertorriqueño José Medina.

Creo que el merengue ha regresado por sus fueros y mejor momento no podía escoger, pues urge revestirlo de la dignidad musical e interpretativa que aquella pléyade cultivó para bien del trepidante ritmo y que nos infló el pecho de orgullo y dominicanidad.


Esa oleada de calidad se incrementó con la irrupción de Fernando Echavarría y la Familia André y luego Juan Luis Guerra y 4-40, quienes rompieron barreras e impulsaron a niveles inimaginables el prestigio de la música popular dominicana. A todo eso debemos agregar el fenómeno popular que significó la Coco Band, con Pochy Familia y Kinito Méndez a la cabeza, quienes revolucionaron el denominado merengue de calle, aportando canciones jocosas y refraneras que sintonizaron con el público juvenil y con los niños.

Aunque con notables ausentes, entre tales Ravel, Henry Castro, Nicky Soul, Johnny Reyes, Peter Cruz, Tito Kenton, Franklyn Rivers, Irisneyda Santos, Elvis Clase, Silvio Sosa y otros, artistas que residen en los Estados Unidos, figuras como Fausto Rey, Sandy Reyes, Charlie (El León) Rodríguez, Aramis Camilo, Benny (Majao, Majao) Sadel, Carlos Manuel (El Zafiro) y Musiquito han dicho presente en varios escenarios de Santo Domingo, Santiago, La Romana y otras ciudades de nuestra querida Quisqueya.

A ellos se han sumado Ramón Orlando (El Hijo de la Mazurca) Valoy, Aníbal (El Comandante) Bravo, Ray (El Sinsonte) Polanco, Chucky Acosta, Dioni Fernández, Yuli (Rasputín) Mateo, Joan (El Perseguidor( Minaya, Alex (El Mayimbito) Bueno, Henry Hierro, Jerry (El Nazareno) Vargas, Angelito Villalona, Henry García, Roberto del Castillo, Vicente Pacheco,…

Otros que se destacaron en aquellos años fueron El Sindicato, Los Nietos, José Octavio, Richie Ricardo, Nelson Gil y La Artillería, Grupo Tambó, Altamira Banda Show, Magda Lake, Grupo Bongó, Los Gitanos, Ricky y Orison y su Grupo Voltaje, Nando Galán, Luis Ovalles, Monchy & Orq. Capricho…

Oportuno es señalar que, aunque con puntos de arrancada colocados en décadas anteriores, también tuvieron su cuota exitosa en los 80’s, Johnny Ventura, Wilfredo Vargas, Cuco Valoy, Félix del Rosario, Los Hijos del Rey, Cheché Abréu,. Luis Pérez, Jorge Taveras, Papa Molina, Bienvenido Bustamante, Antonio Cruz, Aníbal Bravo, Luisito Martí, Anthony Ríos y Cuso Cuevas con El Sonido Original…

Otros que radicaron en los Estados Unidos decidieron retornar a la patria para emprender el tortuoso camino al éxito, o más coloquialmente, vinieron a echar el pleito. Entre esos podemos citar al Jeffrey, Cherito y Benny Sadel. Cherito y Benny han estado en algunos de los conciertos de los siempre bienvenidos merengueros de los 80’s.

A pesar de quedar rezagados allí Omar Demosiri, Yuli Heredia. Luis Almonte.. desde Puerto Rico regresaron Sergio Hernández, Chucky Acosta, Raldy Vásquez y Bonny Cepeda. El maestro Cepeda hizo un intento por volver a retomar el carril de la pegada musical, incluso reclutó a Carlos David para fortalecer el frente de su orquesta, liderado por su hermano Richie, pero desdichadamente esta vez no se pudo, aunque llegó precedido de un merengue nuevo, y decidió volver a la Isla del Encanto. Los demás se mantienen realizando presentaciones con notable frecuencia, lo que significa estabilidad.

Koky Acosta regresó de España, nos vimos durante la pasada edición del especial de Jatnna Tavárez ¡Que Viva El Merengue! y entiendo que vino para quedarse entre nosotros.

Llegue un sentido homenaje para los cantantes que ya no están: Jochy Hernández, Nelson Roig, Tony Seval, Juanchy Vásquez (El Galeno), Aneudy Díaz, El Gran Comprés… los músicos del calibre de Angel Miro Andujar (Catarey), Bertico Sosa, Nilvio Rodríguez, Jamel Tejada, Kilvio Fernández, el gran músico e ingeniero de sonido Yuli Ruiz, los compositores Raffy Rosa y Giovanny Jiménez, al promotor Sergio Jiménez y el empresario Papy Lafontaine… porque todos ellos también tuvieron un rol protagónico, aún fuese en bajo perfil.

Debemos un gran aplauso de agradecimiento por todo lo que aportaron para mejorar la calidad del merengue a los admirados músicos Manuel Tejada, Juan Valdez, Crispín Fernández, Joe Nicolás, Dioni Fernández, Jaime Querol, Joan Minaya, Roberto Olea, Fermín Cruz, Leo Pimentel, Nelson Pimentel, Norberto (Zero) Pimentel, He Pepo Pimentel, Héctor (Cabeza) de León, Sergio Sánchez, Pedrín García, Eduardo Ramos, Mayi Padrón, Jankarlos Núñez, Nelson Eddy, Diosnedys (Papirilo) Núñez, Kaky Ruiz, Rafael (Papo) Cadena, Joan Minaya, Marcos Valoy, Miguelo Cruz, Juan Colón, Armando Beltré, Choco de León, Richard Brador, Luis (Rebuca) Delgadillo, Francisco (Bolilo) Martínez, José Lucía, Johnny (Chocolate) de la Cruz, Rafael (Yapo) de la Cruz y Franklyn (Pa’ Goza’) Guzmán.

El mismo reconocimiento lo adeudamos a Freddy Valdez, Rubén (Pabín) Toribio, Johnny Tulanga, Monchy Fernández, Sandy Jorge, Yindo Jiménez, Luisín del Rosario, Andrés de Jesús, Marcos Carreras, Sonny Ovalles, Janina Rosado, Leiny Guerrero, Wilfredo Drullard, Armando Olivero, César Betances, Reynaldo Sánchez, Yuli Pie, Manuel Isidro (Chilo) de la Cruz, Okil (Fito) Medrano, La Güira, Canon Vilomar…

También debemos un gran aplauso de reconocimiento Miriam Cruz y Las Chican, Belkys Concepción, Rubby Pérez, Pablo Martínez, Eddy Herrera, Felipe Jorge, Jacinto Gantier, Tommy Poloni, Charlie Espinal, Kaky Vargas, Johnny Vargas, San José, Alexis Duval, Reynold Sosa… Especial mención merecen técnicos de grabación como Salvador Morales, Kiko Caba, Félix Veloz, Humberto Raposo, Marcos Féliz, Eric Taveras, Bolívar Gómez y Fausto Parra, así como productores y disqueros de la talla de Bienvenido Rodríguez, Rafael (Cholo) Brenes, Radhy Miranda, Andrés de Jesús…

No me perdonaría dejar de reconocer los aportes de Rubby Pérez, Pablo Martínez, Eddy Herrera, Charlie Espinal, Kaky Vargas, Johnny Vargas, Victor Waill, Henry García, Robert Jeandor, Ringo Martínez, Palmer Hernández, Rento Arias, Luis Díaz, Miguel Rey, Jaime Shanlatte, Yaqui Núñez del Risco, Ariella, Huchi Lora, , Nando Galán, Feny Ortiz, Miguel Miguel, Diómedes Núñez, Melvin Rafael, Confesor Rosario…

Héroes un tanto anónimos como los musicalígrafos Eugenio Vanderhorst, Elio Cabrera, Hoelmi Mussa, Fabio (Chachá) de la Cruz., locutores como Ross Peña, Reyis Lora, Luis Zapata Sánchez, Alexis Rubio, Rubén Camilo, Rubén Darío Aponte, José Rafael Rosario, J.J. Hernández, Felito Brens y varios más, lo mismo que periodistas que siempre apoyaron a los merengueros, como José Francisco Arias, José Tejada Gómez, Jorge Jiménez, Joseph Cáceres, Augusto Socías, Ernán Santana, Carlos T. Martínez, Cristhian Jiménez, Feliz Vinicio Lora, Carlos Batista Matos, Zoila Puello, Reyes Guzmán, Miguel Angel Herrera, Pablo Jerez (epd),…

No se debe obviar a los radiodifusores, empresarios artísticos y productores de programas de TV, como Augusto Guerrero, Freddy Beras Goico, Yaqui Núñez del Risco, José Guillermo Sued, Rafael Corporán de los Santos, Negro Santos, Gabriel Grullón, Machacho González, Cuqui Medrano (epd), José A. Tejeda, Luis Medrano…En fin, fueron muchos los que aportaron para el auge del merengue en aquella prodigiosa década, demostrando una vez más que la unión hace la fuerza.

Aunque una voluminosa cantidad de merengues fueron adaptaciones de ritmos foráneos, muchas canciones dominicanas enriquecieron el género y entre los protagonistas podemos citar canciones de Ramón Orlando, Juan Luis Guerra, Marcos Carreras, Luis Díaz, Rento Arias, Ray Polanco, Bonny Cepeda, Cuco Valoy, Luis Kalaff, Miguel Rey, Johnny Ventura, Henry García, Huchi Lora, Melvin Rafael, Pedro María. Confesor Rosario y los ya fallecidos Tony Seval, Jaime Shanlatte, Ramoncito Díaz y Raffy Rosa, entre otros.

Es de justicia resaltar el trabajo realizado por el panameño Gene Chambers y el puertorriqueño José Medina.

Creo que el merengue ha regresado por sus fueros y mejor momento no podía escoger, pues urge revestirlo de la dignidad musical e interpretativa que aquella pléyade cultivó para bien del trepidante ritmo y que nos infló el pecho de orgullo y dominicanidad.










Es Grato recordar y mejor aun cuando se trata de nuestra Musica!!

Manhatthan, New York
Jueves 1ro. De Septiembre 2011

Caminando por Madison Square, especificamente entre la Broadway y 5ta Ave, frente al "Flatiron" Building, me encontre con mi amigo Francis "Moreno" Hallal, uno de los mejores Güireros de la epoca de los 80 y 90, y estando alli empezamos a hablar de esa epoca maravillosa, recordando con alegría un renacer de aquellos merengues románticos y jocosos, pero decentes, que caracterizaron ese período de nuestra música popular, que, siendo justos, no se limitó a los grandes exponentes del contagioso género, sino que también descollaron el baladistas criollos, como Olga (Otra Cosa) Lara, Vickiana (La Maidita), Taty Salas, Anahay, Jackeline Estévez, Saoni, Mery Mers, Ginette, Gina D’ Alessandro, Juan Arturo, Habbyd Yarull, Abby Lama, Corinne Oviedo, Alicia Baroni, Sonia Alfonso, Kenia Liranzo, Shiomara, Dhariana, Mers, Jhensen, Hansel, Justo Bello…


Esa oleada de calidad se incrementó con la irrupción de Fernando Echavarría y la Familia André y luego Juan Luis Guerra y 4-40, quienes rompieron barreras e impulsaron a niveles inimaginables el prestigio de la música popular dominicana. A todo eso debemos agregar el fenómeno popular que significó la Coco Band, con Pochy Familia y Kinito Méndez a la cabeza, quienes revolucionaron el denominado merengue de calle, aportando canciones jocosas y refraneras que sintonizaron con el público juvenil y con los niños.

Aunque con notables ausentes, entre tales Ravel, Henry Castro, Nicky Soul, Johnny Reyes, Peter Cruz, Tito Kenton, Franklyn Rivers, Irisneyda Santos, Elvis Clase, Silvio Sosa y otros, artistas que residen en los Estados Unidos, figuras como Fausto Rey, Sandy Reyes, Charlie (El León) Rodríguez, Aramis Camilo, Benny (Majao, Majao) Sadel, Carlos Manuel (El Zafiro) y Musiquito han dicho presente en varios escenarios de Santo Domingo, Santiago, La Romana y otras ciudades de nuestra querida Quisqueya.

A ellos se han sumado Ramón Orlando (El Hijo de la Mazurca) Valoy, Aníbal (El Comandante) Bravo, Ray (El Sinsonte) Polanco, Chucky Acosta, Dioni Fernández, Yuli (Rasputín) Mateo, Joan (El Perseguidor( Minaya, Alex (El Mayimbito) Bueno, Henry Hierro, Jerry (El Nazareno) Vargas, Angelito Villalona, Henry García, Roberto del Castillo, Vicente Pacheco,…

Otros que se destacaron en aquellos años fueron El Sindicato, Los Nietos, José Octavio, Richie Ricardo, Nelson Gil y La Artillería, Grupo Tambó, Altamira Banda Show, Magda Lake, Grupo Bongó, Los Gitanos, Ricky y Orison y su Grupo Voltaje, Nando Galán, Luis Ovalles, Monchy & Orq. Capricho…

Oportuno es señalar que, aunque con puntos de arrancada colocados en décadas anteriores, también tuvieron su cuota exitosa en los 80’s, Johnny Ventura, Wilfredo Vargas, Cuco Valoy, Félix del Rosario, Los Hijos del Rey, Cheché Abréu,. Luis Pérez, Jorge Taveras, Papa Molina, Bienvenido Bustamante, Antonio Cruz, Aníbal Bravo, Luisito Martí, Anthony Ríos y Cuso Cuevas con El Sonido Original…

Otros que radicaron en los Estados Unidos decidieron retornar a la patria para emprender el tortuoso camino al éxito, o más coloquialmente, vinieron a echar el pleito. Entre esos podemos citar al Jeffrey, Cherito y Benny Sadel. Cherito y Benny han estado en algunos de los conciertos de los siempre bienvenidos merengueros de los 80’s.

A pesar de quedar rezagados allí Omar Demosiri, Yuli Heredia. Luis Almonte.. desde Puerto Rico regresaron Sergio Hernández, Chucky Acosta, Raldy Vásquez y Bonny Cepeda. El maestro Cepeda hizo un intento por volver a retomar el carril de la pegada musical, incluso reclutó a Carlos David para fortalecer el frente de su orquesta, liderado por su hermano Richie, pero desdichadamente esta vez no se pudo, aunque llegó precedido de un merengue nuevo, y decidió volver a la Isla del Encanto. Los demás se mantienen realizando presentaciones con notable frecuencia, lo que significa estabilidad.

Koky Acosta regresó de España, nos vimos durante la pasada edición del especial de Jatnna Tavárez ¡Que Viva El Merengue! y entiendo que vino para quedarse entre nosotros.

Llegue un sentido homenaje para los cantantes que ya no están: Jochy Hernández, Nelson Roig, Tony Seval, Juanchy Vásquez (El Galeno), Aneudy Díaz, El Gran Comprés… los músicos del calibre de Angel Miro Andujar (Catarey), Bertico Sosa, Nilvio Rodríguez, Jamel Tejada, Kilvio Fernández, el gran músico e ingeniero de sonido Yuli Ruiz, los compositores Raffy Rosa y Giovanny Jiménez, al promotor Sergio Jiménez y el empresario Papy Lafontaine… porque todos ellos también tuvieron un rol protagónico, aún fuese en bajo perfil.

Debemos un gran aplauso de agradecimiento por todo lo que aportaron para mejorar la calidad del merengue a los admirados músicos Manuel Tejada, Juan Valdez, Crispín Fernández, Joe Nicolás, Dioni Fernández, Jaime Querol, Joan Minaya, Roberto Olea, Fermín Cruz, Leo Pimentel, Nelson Pimentel, Norberto (Zero) Pimentel, He Pepo Pimentel, Héctor (Cabeza) de León, Sergio Sánchez, Pedrín García, Eduardo Ramos, Mayi Padrón, Jankarlos Núñez, Nelson Eddy, Diosnedys (Papirilo) Núñez, Kaky Ruiz, Rafael (Papo) Cadena, Joan Minaya, Marcos Valoy, Miguelo Cruz, Juan Colón, Armando Beltré, Choco de León, Richard Brador, Luis (Rebuca) Delgadillo, Francisco (Bolilo) Martínez, José Lucía, Johnny (Chocolate) de la Cruz, Rafael (Yapo) de la Cruz y Franklyn (Pa’ Goza’) Guzmán.

El mismo reconocimiento lo adeudamos a Freddy Valdez, Rubén (Pabín) Toribio, Johnny Tulanga, Monchy Fernández, Sandy Jorge, Yindo Jiménez, Luisín del Rosario, Andrés de Jesús, Marcos Carreras, Sonny Ovalles, Janina Rosado, Leiny Guerrero, Wilfredo Drullard, Armando Olivero, César Betances, Reynaldo Sánchez, Yuli Pie, Manuel Isidro (Chilo) de la Cruz, Okil (Fito) Medrano, La Güira, Canon Vilomar…

También debemos un gran aplauso de reconocimiento Miriam Cruz y Las Chican, Belkys Concepción, Rubby Pérez, Pablo Martínez, Eddy Herrera, Felipe Jorge, Jacinto Gantier, Tommy Poloni, Charlie Espinal, Kaky Vargas, Johnny Vargas, San José, Alexis Duval, Reynold Sosa… Especial mención merecen técnicos de grabación como Salvador Morales, Kiko Caba, Félix Veloz, Humberto Raposo, Marcos Féliz, Eric Taveras, Bolívar Gómez y Fausto Parra, así como productores y disqueros de la talla de Bienvenido Rodríguez, Rafael (Cholo) Brenes, Radhy Miranda, Andrés de Jesús…

No me perdonaría dejar de reconocer los aportes de Rubby Pérez, Pablo Martínez, Eddy Herrera, Charlie Espinal, Kaky Vargas, Johnny Vargas, Victor Waill, Henry García, Robert Jeandor, Ringo Martínez, Palmer Hernández, Rento Arias, Luis Díaz, Miguel Rey, Jaime Shanlatte, Yaqui Núñez del Risco, Ariella, Huchi Lora, , Nando Galán, Feny Ortiz, Miguel Miguel, Diómedes Núñez, Melvin Rafael, Confesor Rosario…

Héroes un tanto anónimos como los musicalígrafos Eugenio Vanderhorst, Elio Cabrera, Hoelmi Mussa, Fabio (Chachá) de la Cruz., locutores como Ross Peña, Reyis Lora, Luis Zapata Sánchez, Alexis Rubio, Rubén Camilo, Rubén Darío Aponte, José Rafael Rosario, J.J. Hernández, Felito Brens y varios más, lo mismo que periodistas que siempre apoyaron a los merengueros, como José Francisco Arias, José Tejada Gómez, Jorge Jiménez, Joseph Cáceres, Augusto Socías, Ernán Santana, Carlos T. Martínez, Cristhian Jiménez, Feliz Vinicio Lora, Carlos Batista Matos, Zoila Puello, Reyes Guzmán, Miguel Angel Herrera, Pablo Jerez (epd),…

No se debe obviar a los radiodifusores, empresarios artísticos y productores de programas de TV, como Augusto Guerrero, Freddy Beras Goico, Yaqui Núñez del Risco, José Guillermo Sued, Rafael Corporán de los Santos, Negro Santos, Gabriel Grullón, Machacho González, Cuqui Medrano (epd), José A. Tejeda, Luis Medrano…En fin, fueron muchos los que aportaron para el auge del merengue en aquella prodigiosa década, demostrando una vez más que la unión hace la fuerza.

Aunque una voluminosa cantidad de merengues fueron adaptaciones de ritmos foráneos, muchas canciones dominicanas enriquecieron el género y entre los protagonistas podemos citar canciones de Ramón Orlando, Juan Luis Guerra, Marcos Carreras, Luis Díaz, Rento Arias, Ray Polanco, Bonny Cepeda, Cuco Valoy, Luis Kalaff, Miguel Rey, Johnny Ventura, Henry García, Huchi Lora, Melvin Rafael, Pedro María. Confesor Rosario y los ya fallecidos Tony Seval, Jaime Shanlatte, Ramoncito Díaz y Raffy Rosa, entre otros.

Es de justicia resaltar el trabajo realizado por el panameño Gene Chambers y el puertorriqueño José Medina.

Creo que el merengue ha regresado por sus fueros y mejor momento no podía escoger, pues urge revestirlo de la dignidad musical e interpretativa que aquella pléyade cultivó para bien del trepidante ritmo y que nos infló el pecho de orgullo y dominicanidad.


Esa oleada de calidad se incrementó con la irrupción de Fernando Echavarría y la Familia André y luego Juan Luis Guerra y 4-40, quienes rompieron barreras e impulsaron a niveles inimaginables el prestigio de la música popular dominicana. A todo eso debemos agregar el fenómeno popular que significó la Coco Band, con Pochy Familia y Kinito Méndez a la cabeza, quienes revolucionaron el denominado merengue de calle, aportando canciones jocosas y refraneras que sintonizaron con el público juvenil y con los niños.

Aunque con notables ausentes, entre tales Ravel, Henry Castro, Nicky Soul, Johnny Reyes, Peter Cruz, Tito Kenton, Franklyn Rivers, Irisneyda Santos, Elvis Clase, Silvio Sosa y otros, artistas que residen en los Estados Unidos, figuras como Fausto Rey, Sandy Reyes, Charlie (El León) Rodríguez, Aramis Camilo, Benny (Majao, Majao) Sadel, Carlos Manuel (El Zafiro) y Musiquito han dicho presente en varios escenarios de Santo Domingo, Santiago, La Romana y otras ciudades de nuestra querida Quisqueya.

A ellos se han sumado Ramón Orlando (El Hijo de la Mazurca) Valoy, Aníbal (El Comandante) Bravo, Ray (El Sinsonte) Polanco, Chucky Acosta, Dioni Fernández, Yuli (Rasputín) Mateo, Joan (El Perseguidor( Minaya, Alex (El Mayimbito) Bueno, Henry Hierro, Jerry (El Nazareno) Vargas, Angelito Villalona, Henry García, Roberto del Castillo, Vicente Pacheco,…

Otros que se destacaron en aquellos años fueron El Sindicato, Los Nietos, José Octavio, Richie Ricardo, Nelson Gil y La Artillería, Grupo Tambó, Altamira Banda Show, Magda Lake, Grupo Bongó, Los Gitanos, Ricky y Orison y su Grupo Voltaje, Nando Galán, Luis Ovalles, Monchy & Orq. Capricho…

Oportuno es señalar que, aunque con puntos de arrancada colocados en décadas anteriores, también tuvieron su cuota exitosa en los 80’s, Johnny Ventura, Wilfredo Vargas, Cuco Valoy, Félix del Rosario, Los Hijos del Rey, Cheché Abréu,. Luis Pérez, Jorge Taveras, Papa Molina, Bienvenido Bustamante, Antonio Cruz, Aníbal Bravo, Luisito Martí, Anthony Ríos y Cuso Cuevas con El Sonido Original…

Otros que radicaron en los Estados Unidos decidieron retornar a la patria para emprender el tortuoso camino al éxito, o más coloquialmente, vinieron a echar el pleito. Entre esos podemos citar al Jeffrey, Cherito y Benny Sadel. Cherito y Benny han estado en algunos de los conciertos de los siempre bienvenidos merengueros de los 80’s.

A pesar de quedar rezagados allí Omar Demosiri, Yuli Heredia. Luis Almonte.. desde Puerto Rico regresaron Sergio Hernández, Chucky Acosta, Raldy Vásquez y Bonny Cepeda. El maestro Cepeda hizo un intento por volver a retomar el carril de la pegada musical, incluso reclutó a Carlos David para fortalecer el frente de su orquesta, liderado por su hermano Richie, pero desdichadamente esta vez no se pudo, aunque llegó precedido de un merengue nuevo, y decidió volver a la Isla del Encanto. Los demás se mantienen realizando presentaciones con notable frecuencia, lo que significa estabilidad.

Koky Acosta regresó de España, nos vimos durante la pasada edición del especial de Jatnna Tavárez ¡Que Viva El Merengue! y entiendo que vino para quedarse entre nosotros.

Llegue un sentido homenaje para los cantantes que ya no están: Jochy Hernández, Nelson Roig, Tony Seval, Juanchy Vásquez (El Galeno), Aneudy Díaz, El Gran Comprés… los músicos del calibre de Angel Miro Andujar (Catarey), Bertico Sosa, Nilvio Rodríguez, Jamel Tejada, Kilvio Fernández, el gran músico e ingeniero de sonido Yuli Ruiz, los compositores Raffy Rosa y Giovanny Jiménez, al promotor Sergio Jiménez y el empresario Papy Lafontaine… porque todos ellos también tuvieron un rol protagónico, aún fuese en bajo perfil.

Debemos un gran aplauso de agradecimiento por todo lo que aportaron para mejorar la calidad del merengue a los admirados músicos Manuel Tejada, Juan Valdez, Crispín Fernández, Joe Nicolás, Dioni Fernández, Jaime Querol, Joan Minaya, Roberto Olea, Fermín Cruz, Leo Pimentel, Nelson Pimentel, Norberto (Zero) Pimentel, He Pepo Pimentel, Héctor (Cabeza) de León, Sergio Sánchez, Pedrín García, Eduardo Ramos, Mayi Padrón, Jankarlos Núñez, Nelson Eddy, Diosnedys (Papirilo) Núñez, Kaky Ruiz, Rafael (Papo) Cadena, Joan Minaya, Marcos Valoy, Miguelo Cruz, Juan Colón, Armando Beltré, Choco de León, Richard Brador, Luis (Rebuca) Delgadillo, Francisco (Bolilo) Martínez, José Lucía, Johnny (Chocolate) de la Cruz, Rafael (Yapo) de la Cruz y Franklyn (Pa’ Goza’) Guzmán.

El mismo reconocimiento lo adeudamos a Freddy Valdez, Rubén (Pabín) Toribio, Johnny Tulanga, Monchy Fernández, Sandy Jorge, Yindo Jiménez, Luisín del Rosario, Andrés de Jesús, Marcos Carreras, Sonny Ovalles, Janina Rosado, Leiny Guerrero, Wilfredo Drullard, Armando Olivero, César Betances, Reynaldo Sánchez, Yuli Pie, Manuel Isidro (Chilo) de la Cruz, Okil (Fito) Medrano, La Güira, Canon Vilomar…

También debemos un gran aplauso de reconocimiento Miriam Cruz y Las Chican, Belkys Concepción, Rubby Pérez, Pablo Martínez, Eddy Herrera, Felipe Jorge, Jacinto Gantier, Tommy Poloni, Charlie Espinal, Kaky Vargas, Johnny Vargas, San José, Alexis Duval, Reynold Sosa… Especial mención merecen técnicos de grabación como Salvador Morales, Kiko Caba, Félix Veloz, Humberto Raposo, Marcos Féliz, Eric Taveras, Bolívar Gómez y Fausto Parra, así como productores y disqueros de la talla de Bienvenido Rodríguez, Rafael (Cholo) Brenes, Radhy Miranda, Andrés de Jesús…

No me perdonaría dejar de reconocer los aportes de Rubby Pérez, Pablo Martínez, Eddy Herrera, Charlie Espinal, Kaky Vargas, Johnny Vargas, Victor Waill, Henry García, Robert Jeandor, Ringo Martínez, Palmer Hernández, Rento Arias, Luis Díaz, Miguel Rey, Jaime Shanlatte, Yaqui Núñez del Risco, Ariella, Huchi Lora, , Nando Galán, Feny Ortiz, Miguel Miguel, Diómedes Núñez, Melvin Rafael, Confesor Rosario…

Héroes un tanto anónimos como los musicalígrafos Eugenio Vanderhorst, Elio Cabrera, Hoelmi Mussa, Fabio (Chachá) de la Cruz., locutores como Ross Peña, Reyis Lora, Luis Zapata Sánchez, Alexis Rubio, Rubén Camilo, Rubén Darío Aponte, José Rafael Rosario, J.J. Hernández, Felito Brens y varios más, lo mismo que periodistas que siempre apoyaron a los merengueros, como José Francisco Arias, José Tejada Gómez, Jorge Jiménez, Joseph Cáceres, Augusto Socías, Ernán Santana, Carlos T. Martínez, Cristhian Jiménez, Feliz Vinicio Lora, Carlos Batista Matos, Zoila Puello, Reyes Guzmán, Miguel Angel Herrera, Pablo Jerez (epd),…

No se debe obviar a los radiodifusores, empresarios artísticos y productores de programas de TV, como Augusto Guerrero, Freddy Beras Goico, Yaqui Núñez del Risco, José Guillermo Sued, Rafael Corporán de los Santos, Negro Santos, Gabriel Grullón, Machacho González, Cuqui Medrano (epd), José A. Tejeda, Luis Medrano…En fin, fueron muchos los que aportaron para el auge del merengue en aquella prodigiosa década, demostrando una vez más que la unión hace la fuerza.

Aunque una voluminosa cantidad de merengues fueron adaptaciones de ritmos foráneos, muchas canciones dominicanas enriquecieron el género y entre los protagonistas podemos citar canciones de Ramón Orlando, Juan Luis Guerra, Marcos Carreras, Luis Díaz, Rento Arias, Ray Polanco, Bonny Cepeda, Cuco Valoy, Luis Kalaff, Miguel Rey, Johnny Ventura, Henry García, Huchi Lora, Melvin Rafael, Pedro María. Confesor Rosario y los ya fallecidos Tony Seval, Jaime Shanlatte, Ramoncito Díaz y Raffy Rosa, entre otros.

Es de justicia resaltar el trabajo realizado por el panameño Gene Chambers y el puertorriqueño José Medina.

Creo que el merengue ha regresado por sus fueros y mejor momento no podía escoger, pues urge revestirlo de la dignidad musical e interpretativa que aquella pléyade cultivó para bien del trepidante ritmo y que nos infló el pecho de orgullo y dominicanidad.Manhatthan, New York
Jueves 1ro. De Septiembre 2011

Caminando por Madison Square, especificamente entre la Broadway y 5ta Ave, frente al "Flatiron" Building, me encontre con mi amigo Francis "Moreno" Hallal, uno de los mejores Güireros de la epoca de los 80 y 90, y estando alli empezamos a hablar de esa epoca maravillosa, recordando con alegría un renacer de aquellos merengues románticos y jocosos, pero decentes, que caracterizaron ese período de nuestra música popular, que, siendo justos, no se limitó a los grandes exponentes del contagioso género, sino que también descollaron el baladistas criollos, como Olga (Otra Cosa) Lara, Vickiana (La Maidita), Taty Salas, Anahay, Jackeline Estévez, Saoni, Mery Mers, Ginette, Gina D’ Alessandro, Juan Arturo, Habbyd Yarull, Abby Lama, Corinne Oviedo, Alicia Baroni, Sonia Alfonso, Kenia Liranzo, Shiomara, Dhariana, Mers, Jhensen, Hansel, Justo Bello…


Esa oleada de calidad se incrementó con la irrupción de Fernando Echavarría y la Familia André y luego Juan Luis Guerra y 4-40, quienes rompieron barreras e impulsaron a niveles inimaginables el prestigio de la música popular dominicana. A todo eso debemos agregar el fenómeno popular que significó la Coco Band, con Pochy Familia y Kinito Méndez a la cabeza, quienes revolucionaron el denominado merengue de calle, aportando canciones jocosas y refraneras que sintonizaron con el público juvenil y con los niños.

Aunque con notables ausentes, entre tales Ravel, Henry Castro, Nicky Soul, Johnny Reyes, Peter Cruz, Tito Kenton, Franklyn Rivers, Irisneyda Santos, Elvis Clase, Silvio Sosa y otros, artistas que residen en los Estados Unidos, figuras como Fausto Rey, Sandy Reyes, Charlie (El León) Rodríguez, Aramis Camilo, Benny (Majao, Majao) Sadel, Carlos Manuel (El Zafiro) y Musiquito han dicho presente en varios escenarios de Santo Domingo, Santiago, La Romana y otras ciudades de nuestra querida Quisqueya.

A ellos se han sumado Ramón Orlando (El Hijo de la Mazurca) Valoy, Aníbal (El Comandante) Bravo, Ray (El Sinsonte) Polanco, Chucky Acosta, Dioni Fernández, Yuli (Rasputín) Mateo, Joan (El Perseguidor( Minaya, Alex (El Mayimbito) Bueno, Henry Hierro, Jerry (El Nazareno) Vargas, Angelito Villalona, Henry García, Roberto del Castillo, Vicente Pacheco,…

Otros que se destacaron en aquellos años fueron El Sindicato, Los Nietos, José Octavio, Richie Ricardo, Nelson Gil y La Artillería, Grupo Tambó, Altamira Banda Show, Ma











jueves, 25 de agosto de 2011

COMO VA LA ELECCION DE LOS JUECES DE LAS ALTAS CORTES


25 Agosto 2011, 1:20 PM
La selección de los
jueces de las Altas Cortes

Atención especial merece la designación de los jueces de la SCJ
Escrito por: EDUARDO JORGE PRATS (e.jorge@jorgeprats.com)

La consolidación definitiva de los nuevos derechos, las nuevas garantías y las nuevas instituciones consagrados en la Constitución tras la reforma constitucional de 2010 depende de la designación de los integrantes del Tribunal Constitucional (TC), la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y el Tribunal Superior Electoral (TSE), órganos constitucionales que, en su conjunto, podrían ser denominados las “Altas Cortes” y que conforman –y encabezan- en nuestra Carta Magna un innominado “Poder Jurisdiccional”, con tres ramas jurisdiccionales claramente diferenciadas: la jurisdicción constitucional especializada, el Poder Judicial y la jurisdicción electoral.

Por la importancia de este Poder Jurisdiccional para el debido funcionamiento de una democracia en libertad y en separación de poderes, cómo se desenvuelva este proceso de designación, que involucra 13 puestos en el TC, 16 en la SCJ y 5 en el TSE, para un total de 34 magistraturas, será clave no solo para la consolidación de la reforma constitucional sino, sobre todo, para el afincamiento del Estado de Derecho en nuestro país.

Desde la sociedad civil organizada e importantes círculos académicos, se ha enfatizado la necesidad de que el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), a la hora de designar los integrantes de las Altas Cortes, tenga en cuenta el perfil adecuado para tan alta investidura.

Sobre esto no hay mucho campo para inventar. Desde el mes de noviembre de 1986, son conocidos en nuestro país los requisitos exigidos por la American Bar Association a los candidatos a jueces en Estados Unidos, a saber, integridad y buena reputación, honestidad intelectual, competencia académica, destrezas profesionales, capacidad de análisis, experiencia, capacidad de rendimiento, laboriosidad, temperamento y vocación al servicio público (“Guía para evaluar las cualidades de los candidatos a jueces”, Revista de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, No. 27). Estos requisitos son claves no sólo para la selección de los magistrados de las Altas Cortes sino también para la evaluación de desempeño de los jueces de la SCJ que no quedaron en situación de retiro en virtud de la Constitución, por lo que la propia Ley del CNM los recoge expresamente en su artículo 33.

Atención especial merece la designación de los jueces de la SCJ. La Constitución ordena que las ¾ partes de sus miembros deben ser jueces de la carrera judicial (artículo 180) lo que obliga al CNM a determinar cuáles de los jueces supremos que no pasan a retiro, y que deberán ser evaluados para confirmarlos o no en sus puestos, es de carrera. Se supone que los jueces de carrera a ser designados en la SCJ deben ser jueces de corte para respetar el escalafón judicial, aunque la Constitución es muda al respecto, y solo señala que estos jueces deben pertenecer “al sistema de carrera judicial”. Una interpretación flexible de este precepto permitiría enmendar injusticias que se cometieron en el pasado reciente con jueces de primera instancia de carrera castigados por sus jueces superiores y relegados en el escalafón a pesar de sus indiscutidos méritos.

Por otro lado, debemos referirnos al TC. Aunque algunas y muy importantes organizaciones de la sociedad civil han optado por no presentar candidaturas y simplemente objetar candidatos, es de esperar que, como bien señala Peter Haberle, la elección de los jueces constitucionales especializados se realice “del espectro de todos los partidos” y “más allá de éstos” de modo que el TC pueda ser un verdadero Tribunal de la sociedad, plural en su integración y, por tanto, capaz de reflejar los anhelos de la comunidad de ciudadanos intérpretes de la Constitución. Como bien afirma el gran constitucionalista alemán, “también la elección de los jueces constitucionales, (y es de esperar que en el futuro vaya), inserta de un modo efectivo al pluralismo en el proceso constitucional (y ejerce una influencia sobre él)”.

Y finalmente, la designación de los miembros del TSE debe reflejar la composición de las fuerzas políticas por las sensibles competencias político-constitucionales que tiene asignadas. Aquí, cumplidas las condiciones de idoneidad moral y profesional, el principio a respetar es que, en la composición de esta Alta Corte, las fuerzas políticas deben estar representadas proporcionalmente, lo que dará definitivamente legitimidad a este importantísimo órgano constitucional.

martes, 26 de julio de 2011

Introduccion a Teoria General del Derecho

TEORIA GENERAL DEL DERECHO

TEMA I.  EL ORDENAMIENTO JURÍDICO

1.1 Diferentes concepciones:

La evolución constante de la sociedad en busca de su bienestar, el desarrollo mental del hombre como consecuencia de su necesidad de progreso, la potencia de renovación humana y todos los factores conducentes a la supervivencia, dan origen a normas de moral, de política, de justicia y de seguridad, dirigidas a la regulación de la conducta recíproca  de las personas.

Todo encuentra su fundamento en la característica principal del Ser Humano, ser un ente social, su propia naturaleza lo impulsa a buscar la compañía de seres humanos, y para poder convivir en sociedad es necesario establecer reglamentaciones, de lo contrario, la anarquía y el desorden aniquilarían el desarrollo de la sociedad, de ahí que sea tan necesario crear un orden y que el cumplimiento de ese orden sea obligatorio.

Tales normas dan origen a la ciencia del Derecho y el Ordenamiento Jurídico así logrado, se mantiene mediante instrumentos que hacen posible su cumplimiento y estabilidad aplicando reglas de seguridad social, sancionadas por la autoridad pública que es el elemento de coacción (Betegón).

El Derecho puede ser descrito con el término ORDENAMIENTO, su principal característica es la de formar un conjunto de normas, lo que no tiene porque llevar a identificar el Derecho como sistema Normativo.

El Sistema Normativo es pues: “El conjunto de normas jurídicas, creadas por instituciones y creadores de instituciones y sus derivaciones lógicas, existentes en un determinado momento, susceptibles de ser descompuestas en subsistemas. (Rafael De Asis Roig)

Nos sigue diciendo De Asis Roig, que ciertamente el Derecho no se compone sólo de normas, sino también de instituciones, órganos, centros de poder, etc., que el Derecho es un sistema normativo y en ese tenor los juristas suelen decir que el Derecho es un conjunto de normas y no sólo normas aisladas, decir que el derecho es una norma, es una afirmación débil, porque no implica que también constituya un sistema o un orden.

Partiendo de la definición de Tarsky: Los sistemas normativos son aquellos sistemas deductivos de enunciados entre cuyas consecuencias lógicas hay al menos una norma. Bien sea la permisión, la prohibición  o la obligatoriedad de cierta acción.

En conclusión el ordenamiento jurídico es el sistema jurídico.  Es  el conjunto de normas generales de las cuales proceden todos los demás elementos del orden jurídico, ejemplo, el Derecho Penal, el Derecho Civil y  todas sus divisiones, las leyes. Es la regla de derecho destinada a organizar el funcionamiento de la sociedad.

Este ordenamiento jurídico es que el garantiza el mantenimiento de la unidad de interpretación y de aplicación de las leyes.

1.2           Ordenamientos simples y ordenamientos complejos:

Existen dos grandes tipos de sistemas jurídicos:

Ø            El Sistema Europeo: En el cual el Juez está subordinado a la ley,  su constitucionalidad sólo puede provenir de una Corte especializada;

Ø            El Sistema Americano: En el cual el Juez goza de amplios poderes de la interpretación de las leyes.

1. 3 Características del Ordenamiento Jurídico:

En la concepción del derecho como sistema de normas están contenidas una serie de notas, unidad, coherencia y plenitud de presupuestos. No obstante, puede afirmarse que esta concepción opera como idea regulativa que orienta la labor del interprete y propicia por esta vía la reconstrucción de una nacionalidad jurídica, es decir, la concepción del Derecho como ordenamiento funciona como un presupuesto conceptual  que condiciona el actuar jurídico, veamos pues:

1.3.1 La Unidad en el Ordenamiento.

 El Derecho está compuesto por normas que provienen de órganos y sujetos distintos, sin embargo, esto no excluye su unidad, siempre y cuando sea posible un criterio que permita identificar las normas que pertenecen al Estado.

Para Kelsen, las normas jurídicas no se encuentran en el mismo plano, sino que cabe hablar de normas superiores y de normas inferiores. Desde este punto de vista, las normas formarían parte del ordenamiento por su forma de producción y se relacionarían entre ellas a través del denominado principio de jerarquía formal. Una norma sería válida y, por lo tanto, pertenecería al ordenamiento, si hubiese sido creada por un órgano  competente y siguiendo el procedimiento establecido.

Cuanto más arriba se estuviese de la pirámide, más fuerte sería la nota de poder, mientras que cuanto más abajo estuviese  más fuerte sería la nota de obligación.

El nivel inferior los constituyen las normas individuales creadas por los órganos aplicadores del Derecho, y que dependen de las leyes, que son las normas generales creadas por el legislador y las normas consuetudinarias, que constituyen el nivel superior siguiente dentro del orden jurídico. A su vez, estas leyes y normas consuetudinarias dependen de la Constitución, que forma el nivel superior del orden legal, considerado como sistema de normas positivas. En el Ordenamiento Jurídico de la República Dominicana podríamos hablar de un nivel superior, compuesto por la Carta Magna y de un nivel inferior, compuesto por las leyes adjetivas.

Desde la perspectiva Kelseniana, la unidad del ordenamiento vendría determinada por una norma fundamental susceptible de ser identificada con la Constitución, que a su vez se apoyaría en otra norma ficticia. Kelsen habla de dos tipos de unidad, uno interno, representado por la Constitución y otro externo, representado por la norma fundante básica, ésta última sería más que nada  un presupuesto  o una ficción tendente a responder a la pregunta sobre la validez. No obstante, el criterio de la unidad del ordenamiento, puede tomarse haciendo alusión al criterio interno, esto es, a la Constitución.

1.3.2  La exigencia de coherencia:

Según Kelsen, cabe distinguir dos tipos diferentes de  sistemas de normas, atendiendo a su fundamento de validez. Un primer tipo es el estático, en el que sus normas valen por el contenido, es decir, una norma es válida en este sistema sí su contenido es conforme al de una norma superior. El segundo tipo es el que denomina como sistema dinámico, contiene una regla que determina cómo deben producirse las normas generales e individuales del orden sustentado en esa norma fundante básica, y según Kelsen, una norma jurídica tiene validez, por haber sido producida de la manera determinada por una norma fundante básica presupuestada.

La exigencia de coherencia es esencial en el Derecho, hasta el punto de que debe constituirse como criterio de identificación e incluso como elemento legitimador. Implica la ausencia de normas contradictorias o incompatibles, o, al menos, la presencia de criterios para solucionar la posible presencia de normas contradictorias.

1.3.3  La Plenitud del Ordenamiento

De manera absoluta, la plenitud llevaría aparejada la existencia de normas que solucionasen, por decirlo de alguna manera, todos los problemas; desde un punto de vista relativo, la plenitud admitiría la existencia de normas especificas en la solución de determinados problemas y la existencia de mecanismos para integrar estos problemas dentro del ordenamiento.

Cuando hablamos de plenitud estamos haciendo referencia a un supuesto carácter del ordenamiento, por lo que su significado sólo podrá proyectarse en el ámbito de validez de este.

Se aclara que la nota de la plenitud se predica del ordenamiento  y no de las normas o de las leyes. Se puede afirmar que existen lagunas normativas, pero que el ordenamiento las colma a través de diferentes mecanismos que tienen como resultado la producción o la aplicación de cierta norma. En nuestro ordenamiento, varias normas consagradas por el legislador, coactan al o los jueces para que den respuesta a los litigios que le son planteados, sin pretexto de alegar oscuridad de la ley ante el asunto.

TEMA II.  LA NORMA JURÍDICA

2.1 Estructura y caracteres:

Podemos definir la norma  como el conjunto de reglas o preceptos que se imponen en la conducta de los seres humanos que viven en sociedad y cuyo cumplimiento puede ser coactivamente (obligatoriamente) exigido en la mayor parte de los casos.

La norma jurídica es la unidad mínima que integra el ordenamiento jurídico, es decir, es la regla o precepto que forma parte del Derecho Objetivo. La Norma ordena la conducta humana prescribiendo determinados comportamientos o señalados determinados efectos a los actos humanos.

Las Normas Jurídicas en cuanto son impuestas desde fuera del individuo sometido a ellas son heterónomas. Toda vez que las normas o reglas jurídicas se refieren a la conducta de una persona en relación con otra u otras personas, se dice que caracterizan por su bilateralidad. Y en tanto la aplicación de las normas está garantizada por la actuación  del Estado, se dice que aquellas se caracterizan también por su colectividad.

En fin la norma jurídica es una manifestación soberana de la voluntad y entre sus caracteres, amen de los ya citados, podemos mencionar dos:

Ø            Exterioridad: No importa la intención que provoca su comportamiento, sino que condena el comportamiento  con respecto a sus resultados; y

Ø            Bilateralidad: Establece obligaciones, deberes, prerrogativas, facultades y derechos.

Asimismo, hemos escuchado hablar de dos tipos de estructuras dentro del ordenamiento jurídico, a saber:

Ø            Estructura Vertical: Según la Escuela Pura del Derecho, de Kelsen, el ordenamiento jurídico se concibe como una pirámide, que está presidida, claro está por la norma constitucional.

Introduccion al Derecho Comercial

DERECHO COMERCIAL

TEMA XXV. EFECTOS DE COMERCIO

Los títulos de crédito están comprendidos entre los que se identifican con el derecho de exigir, en época determinada, el pago de una suma de dinero, bien como consecuencia de una orden de pagarla al portador regular del mismo, ya como efecto de la obligación personal de hacerlo, en favor de ese portador, asumida por la persona que suscribe el título. El primer modo es el que corresponde a las letras de cambio o giros y el segundo a los pagarés a la orden.

25.1 Emisión de la letra de cambio

La letra de cambio es un escrito por el cual una persona, llamada librador o girador, delega en otra, denominada librador o girado, el pago de una suma de dinero en una época determinada a una tercera o a la orden de esta, que es el beneficiario o tomador.

 Es un acto de comercio respecto de quienes la firman, sea cual fuere la causa de la obligación del signatario. (Establecida en los artículos 110 al 189 del Código de Comercio).

En el momento de la emisión de la letra de cambio tres personas figuran:
1)          El librador,
2)          El girador y
3)          El beneficiario.

Contiene, pues la letra de cambio, las siguientes enunciaciones: lugar y fecha de su creación, época en que debe hacerse el pago, nombre del tomador o beneficio Tendrá fecha. Enunciará: la cantidad que se ha de pagar; los nombres de quien la debe pagar; la época y el lugar del pago; el valor suministrado en dinero, en mercancías, en cuenta o de cualquiera otra manera.

Puede librarse una letra de cambio contra un individuo, y ser pagadera en el domicilio de un tercero. Puede librarse por orden y cuenta de un tercero.

Se reputan simples promesas, todas las letras de cambio que contengan suposición, ya que de nombre, ya de calidad, bien de domicilio, bien de los lugares de donde se han girado, o donde deban pagarse.

Las letras de cambio firmadas por menores no negociantes, son nulas respecto de ellos, salvo los derechos respectivos de las partes, conforme el artículo 1312 del Código Civil.

La provisión de fondos deben hacerse por el librador, o por aquel por cuya cuenta sea girada la letra de cambio, sin que por eso deje el librador, por cuenta de otro, de quedar personalmente obligado hacia los endosantes y el portador solamente.

El librador y los endosantes de una letra de cambio, son responsables solidariamente de la aceptación y del pago al vencimiento.

La falta de aceptación se prueba por medio de un documento que se llama protesto por falta de aceptación.

El que acepta una letra de cambio, contrae la obligación de pagar su importe. El aceptante no tiene derecho a la restitución contra su aceptación aún cuando antes de aceptar hubiese quebrado el librador, sin él saberlo.

La aceptación de una letra de cambio debe estar firmada. La aceptación se expresará con la palabra aceptada. Tendrá fecha, si la letra es a uno o muchos días o meses vista; y, en este último caso, la falta de fecha de la aceptación, hace la letra exigible en el término expresado en ella, contadero desde su fecha.

La propiedad de una letra de cambio se transfiere por medio de un endoso.

El endoso debe tener fecha. Expresar el valor provisto; enuncia el nombre de la persona a cuya orden se transfiere.

Todos los que hubieren firmado, aceptado o endosado una letra de cambio, estarán obligados a la garantía solidaria hacia el portador.

El aval, es la seguridad personal -fianza- de un tercero para el pago de una letra de cambio. Interviene el dador de aval -fiador- por cualquiera de las personas obligadas al pago de la letra de cambio (girado, girador o endosantes, generalmente por el segundo o por uno de los últimos.

25.2 El pago

Establecido en el Código de Comercio en los artículos 143 al 159.

El pago de una letra de cambio, independientemente  de la aceptación y del endoso, puede garantizarse por un aval.

El que paga una letra de cambio antes de su vencimiento, es responsable de la validez del pago. El que paga una letra de cambio a su vencimiento, y sin oposición se presume válidamente liberado. No se admitirá oposición al pago, sino en caso de pérdida de la letra de cambio, o de quiebra del portador. En caso de negativa del pago, demandado éste en virtud de los dos artículos precedentes, el propietario de la letra de cambio perdida conservará todos sus derechos por medio de un acto de protestación.

El que paga una letra de cambio por intervención, queda subrogado en los derechos del portador, y obligado a observar las mismas formalidades que él.

Pago hecho por el girado.

El girado que paga una letra de cambio lo hace como deudor inmediato de la misma - no como garante-.  Su pago, por otra parte, excluye el protesto cuyos efectos venimos determinando.

El derecho al recurso sólo existe, pues, cuando el girado paga sin que el librador haya hecho provisión de fondos o sin que la haya hecho completa.

Pago hecho por el librador.

El librador, garante del pago de la letra que gira, sólo puede recurrir contra otro- en el caso de que pague una letra protestada- cuando ha hecho el libramiento por cuenta o cuando la letra ha siso protestado no obstante haber hecho él la consiguiente provisión de fondos.

Pago hecho por un endosante

Es en ocasión de este pago, propiamente, cuando nace la acción recursoria.  El endosante queda subrogado legalmente en los derechos de aquel a quien ha pagado, habida cuenta de que él estaba "obligado con otros o por otros al pago de la duda y tenía interés en solventarla".


Existen plazos de gracia  autorizados por los Jueces en beneficio de los deudores de buena fe que no puedan pagar a vencimiento.

25.3 Acciones en cobro de la letra de cambio: personas obligadas:

La letra de cambio pagable a fecha fija debe ser presentada  al girado para su pago el día de su vencimiento.

A falta de pago el portador debe ejercer la diligencia del protesto y el recurso en garantía.

Falta de pago. Diligencia del protesto.

El portador de una letra de cambio debe exigir el pago el día de su vencimiento.  La negativa a pagar debe acreditarse el día siguiente al del vencimiento, por un acto llamado protesto por falta de pago.  Si ese día fuere feriado legal, se extenderá el protesto al día siguiente.

El portador no esta dispensado de extender e protesto por falta de pago, ni por el protesto por falta de aceptación, ni por la muerte  quiebra de aquel a cuyo  cargo esta girada la letra de cambio.

Recursos de garantía:

Como se ejercitan estos recursos.

Los endosantes y el librador son garantes del pago de la letra de cambio.

El portador de una letra de cambio protestada por falta de pago, puede ejercitar su acción en garantía, o individualmente contra el librador y cada uno de los endosantes, o colectivamente contra los endosante y el librador.  La misma facultad tiene cada uno de los endosantes respecto del librador y de los endosantes que le preceden.


Forma y plazos de la acción en garantía.

La forma y los plazos de esta acción están regidos por los artículos 165 y siguientes del código de comercio.  Según el primero debe notificarse el protesto a la persona contra quien actúa el interesado, y "a falta de reembolso, citarla en juicio dentro de los quince días siguientes a la fecha del protesto, si el citado reside a tres leguas de distancia".

En la práctica, la notificación del protesto y la citación o emplazamiento se notifica por un mismo acto, con lo cual se economizan gastos y tiempo en el procedimiento.

Objeto de la acción en garantía


La garantía que deben los endosantes y el librador al portador no pagado, y la que pueden reclamar los endosantes, a su vez, de sus endosantes anteriores y del librador, tiene por objeto " la cantidad principal de la letra de cambio protestada; los gastos de protesto y otros gastos legítimos, tales como comisión de banco, corretaje"…"timbre y portes de cartas".  "El interés de la cantidad principal de la letra de cambio protestada por falta de pago"…"a contar desde el día de protesto", y "el interés de los gastos de protesto, recambio y otros gastos legítimos"…" desde el día de la demanda".

Embargo conservatorio


 El artículo 172 del código de  comercio faculta al portador de una letra de cambio protestada por falta de pago, "independientemente de las formalidades prescritas para el uso de la acción en garantía"…"a embargar retentivamente los vienes muebles del librador, aceptantes y endosantes", previa obtención de permiso del juez.  Se trata, en este caso, de una simple medida conservatoria cuyo único objeto es hacer indisponibles los objetos afectados por el embargo.  Su venta no podría efectuarse, por supuesto, sino después de convertirse dicho embargo en embargo ejecutivo.

Acciones recursorias:

La doctrina llama acción recursoria, en el derecho cambiario, a la que ejercita el garante que paga al portador no pagado, contra otro u otros de los garantes del pago de la letra, y a la que éstos ejercitan sucesivamente, los unos contra los otros.  Definida así, queda excluida toda posibilidad de confusión entre las acciones recursorias y las en garantía

Caducidad

Portador negligente: Tres son los casos en los cuales caduca "todo de derecho del portador contra los endosantes" (Art. 168, código de comercio) y además garantes: 1° cuando no presenta la letra de cambio a la vista o a uno o muchos días, meses o usos vista, para su pago o aceptación, en los plazos señalados en el artículo 160 del código de comercio; 2° cuando no hace protestar la letra por falta de pago en el plazo indicado por el artículo 162, código de comercio, y 3° cuando deja transcurrir los plazos que establece el artículo 165 del código de comercio sin ejercitar su acción en garantía.

Prescripción:

Acciones afectadas por la prescripción de cinco años: Todas las acciones relativas a las letras de cambio y a los pagarés a la orden, suscritos por negociantes, mercaderes o banqueros, o por razón de actos de comercio, se prescriben por cinco años. 

Material de Formacion de Juez de Paz, 2011 Re. Dom. Derecho Procesal Civil


TEMA 1

La organización judicial

1.- Organización de los tribunales.

El Poder Judicial se ejerce por la Suprema Corte de Justicia y por los demás tribunales del orden judicial creados por la Constitución y las leyes.

El Poder Judicial tiene como misión ser guardiana de la Constitución y las Leyes, garantizando la aplicación de las normas a través de sus órganos especializados: los tribunales de justicia.


Tipificación de los tribunales

Dependiendo de si está precedida o conformada por uno o varios jueces, los tribunales pueden ser:

1.-Tribunales Unipersonales: conformados por un juez, en nuestra organización judicial son los Juzgados de Paz, los Juzgados de Primera Instancia y los Tribunales de Tierra de Jurisdicción Original;

2.- Tribunales Colegiados: conformados por cinco jueces, en nuestra organización judicial son: las Cortes de Apelación y el tribunal Superior de Tierras;


Dependiendo de su competencia existen o podemos clasificarlos en:

1.- Tribunales ordinarios o de derecho común: Son aquellos ante los cuales se puede llevar cualquier asunto respecto del cual la ley no otorga especialmente competencia a otro determinado. Ejemplo: las costes de apelación y los Juzgados de Primera Instancia.

2.- Tribunales de excepción: Son aquellos que tienen competencia sólo en las materias que expresamente le atribuye la ley. Ejemplo: los Tribunales de Tierra, Tribunal de Niños, niñas y Adolescentes, Juzgados de Trabajo, Tribunal Contencioso Tributario.

Sistema de organización de los tribunales desde el punto de vistas del doble grado de jurisdicción.

El doble grado de jurisdicción es el derecho que tienen las partes de apelar las decisiones pronunciadas por un tribunal cualquiera llevando sus demandas y pretensiones ante otro tribunal más elevado.

El principio de doble jurisdicción es de orden público pero no de orden constitucional, de ahí que la ley puede mandar en ciertos casos que el asunto no recorra el doble grado de jurisdicción.

En virtud del doble grado de jurisdicción la apelación es de derecho a menos que la ley exprese lo contrario.


Órganos que no forman parte del poder judicial.

Estos órganos que no forman parte del poder judicial son llamados también jurisdicciones autónomas.

Estas jurisdicciones autónomas son dos:

1.- La Junta central Electoral; y
2.- La Comisión de Desahucio y Control de Alquileres.



TEMA 2

Los integrantes del tribunal y los auxiliares de la justicia.

Son auxiliares de la justicia todas aquellas personas que cooperen con el juez, unas más directa o necesariamente que otras, en la administración de la justicia.

Juez:
Es la persona designada como magistrado (a) el cual está encargado de administrar justicia, debe prestar juramento de respetar la Constitución y las leyes y de desempeñar fielmente sus funciones.

Secretario:
Son indispensables en todo tribunal, al extremo que el tribunal no puede constituirse sin él. Tiene  fe pública en el ejercicio de sus funciones. Tienen la obligación de mantener en orden y conservar con toda seguridad el archivo a su cargo, tener al día sus libros, velar fielmente porque los empleados de su dependencia  desempeñen sus deberes.

Alguacil:
Estos pueden ser de Estrado y forman parte de la constitución del tribunal. Los alguaciles, tanto los de Estrados como los ordinarios son oficiales ministeriales, con capacidad para hacer notificaciones de actos judiciales y extrajudiciales. Ejercen sus funciones dentro de la demarcación del tribunal en el cual desempeñan sus funciones.

Peritos:
Son simples particulares a quienes el juez pide o puede pedir informe de carácter técnico.

Médico Legista:
Están facultados para informar a las autoridades judiciales sobre ciertas enfermedades y dolencias, por medio de la expedición de una certificación médico legal.

Los Abogados:
Actúan como representantes de las partes y llevan la dirección del proceso en nombre del litigante al cual representan. Su profesión comprende las atribuciones de consultar, postular y defender. El abogado no es un oficial ministerial sino profesional liberal.




















TEMA 3

La función judicial

La función judicial desde el punto de vista de la ley de organización judicial y de la ley de la Carrera Judicial y su reglamento.

Acceso al poder judicial.

Para ingresar a la carrera judicial, según el artículo 11 de la Ley 327-98, se requiere:

-         Ser dominicano de nacimiento u origen;
-         Por naturalización con mas de 10 años de haberla obtenido;
-         Estar en el ejercicio de los derechos civiles y políticos;
-         Ser licenciado o doctor en derecho,
-         Someterse al concurso de oposición;
-         Tener por lo menos dos (2) años de haber obtenido el exequátur; y
-         No haber sido condenado a una pena aflictiva o infamante.



Derechos de los jueces:

1.- Recibir puntualmente la remuneración, así como los demás beneficios y compensaciones de carácter económico establecido en su favor;

2.- Recibir capacitación adecuada a fin de mejorar el desempeño de sus funciones y poder participar en concursos y procesos que le permitan obtener promociones y otras formas de mejoramiento dentro del servicio judicial;

3.- Participar y beneficiarse de los programas y actividades de bienestar social establecidos para los servidores públicos en general;

4.- Disfrutar anualmente de vacaciones de (15) días, las cuales aumentarán en razón de un día por año trabajando, sin que pueda exceder de (30)días laborables;